Sostenibilidad entre el G20 y la COP-26 de la ONU en Glasgow
La evoluciòn tecnològica de las pymes para hacer frente a los riesgos de la transicìon ecològica
El G20 en Roma acaba de terminar mientras la conferencia COP-26 de la ONU en Glasgow está en sus etapas finales, dos eventos de alto perfil que ven a los líderes mundiales discutir los problemas del cambio climático y la necesidad de adoptar políticas comunes dirigidas a la sostenibilidad ambiental.
Si por un lado las declaraciones y responsabilidades que están asumiendo los líderes mundiales, todas van en esta dirección y se encuentran plenamente entre las medidas necesarias a tomar para cumplir con los compromisos asumidos, por otro lado, se hace imprescindible entender cómo los principales grupos de interés, pero también las pequeñas y medianas empresas (PYME), en diversas capacidades involucradas en mercados y entornos industriales, pueden permanecer en espera y esperar a que las cosas cambien por sí solas.
Es necesario, retomando las palabras de Mario Draghi en la apertura de la COP 26, actuar de manera concreta y colectiva para enfrentar los desafíos que el cambio climático nos plantea, así como apoyarnos en las iniciativas tecnológicas. La tecnología puede y debe ser el motor del inicio de la transición ecológica, confiando altas expectativas en la innovación tecnológica y el desarrollo de soluciones inteligentes, capaces de monitorizar, mitigar e incluso reducir los impactos en términos de emisiones y contaminación ambiental.
Esta es la dirección que las empresas y las pymes pueden y deben tomar, adoptando un enfoque proactivo de las cuestiones ambientales -entendido en un sentido amplio del término- a través del desarrollo de estrategias basadas en la digitalización de las actividades y la consolidación de las políticas de la empresa dirigidas a promover modelos de negocio sostenibles, haciendo de la sostenibilidad un motor estratégico.
Afirmaciones como las que han tenido lugar durante los últimos acontecimientos supranacionales deben hacernos pensar y aumentar, en los grupos de interés y actores, la conciencia de que el producto tecnológico por sí solo es solo un medio, una mercancía a utilizar. Es deseable entender que es solo una correcta gestión de herramientas y procesos, la adopción de modelos flexibles de gestión de riesgos y la racionalización y optimización de procesos lo que puede contribuir al logro de resultados concretos en términos de reducción de los impactos negativos que pueden ocurrir, incluso con la vista puesta en el medio ambiente.
